martes, 7 de enero de 2014

Nighttown




Caminando entre langostas, 
se hace noche el día.
Y de cielos oscurecidos y calles exangües 
parece entender el alma.

La luz sólo queda a mano cuando se vuelve 
a juzgar al mundo por el fuego.

El iris del más acerbo sentimentalismo evidencia 
su profética sabiduría, pues las
farolas de Mabbot Street han dejado de refulgir, 
y un amanecer de síntoma y recuerdo
anda ya al acecho.

Caminando entre langostas, se hace noche el día,
pues es imposible un nuevo reflejo.

El agua turbia del camino ya no es espejo, 
sino dinámica muda.


© Texto: Daniel Arana García de Leániz
Fotografía: Mar Esteban
Enero 2013

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