jueves, 31 de octubre de 2013

POSTAL DE UNA CALLE


 La calle
donde el músico juega a que adoptemos su oído.

Cada uno
ve lo que cede.

¿Por qué, entonces, si resulta tan ajeno a la
arrogancia y al pathos de la distancia, por qué entonces es tan rara su música?

Recibe
sólo aquello que expone.

Bajo la tenue iridiscencia de los arcos
multiplicados en el claustro desnudo.

Bajo el sofocante calor del mediodía, en esa calle desierta,
que irá a la busca del lento desperezo del atardecer en un día de verano.

Su oído es también ojo.
Es ese misterioso contrapunto sombra que no parece venir sino de un interior sin imágenes ni formas.

En esas ocasiones de abismática profundidad neural da sobre todo miedo.

Sonoridad de jazz que pugna por brotar.

Apenas, la voz perfecta
que será al fin silencio.

© Texto: Daniel Arana García de Leániz
Dibujo: Bob Dylan
Octubre 2013

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