Para no cesar en la exploración,
ni atenuar el yo/lividez,
Para no condensar entre poema y poeta
La suave desidia del ser,
Para no abrir santuarios ni marchitar
juramentos,
para no alcanzar una estación prematura,
de dicción e incisión,
para no compensar un enigma en desbrozo,
inane coqueteo con voluntariosos
fanatismos.
Hoja enmascarada entre quedos minutos de arena,
Es la antigua manera de hacer, el poema/verdad.
Para no cesar en la exploración, mi rostro es hoy
Tu rima.
© Texto: Daniel Arana García de Leániz
Fotografía: Alicia Arana García de Leániz
Noviembre 2013
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