miércoles, 28 de mayo de 2014

Retornos



La entrada al templo se hace sólo al ocaso.
El sherpa teme por los viajeros que han
quedado atrás.
El aire es frío, y las puertas se vencen a
nuestro avance. Acusan quizás un abandono 
del tiempo en espectros falaces, pero allí siguen
las aristas.

Embovedada, la nave interior engaña
con su barroquismo, que disimula
eras.
No hay nadie dentro, a nadie se espera.
Pero hay ese trauma noctámbulo, que
transgrede sin querer
alma y manera. Que las afila.

En silencio, alguien se escalofría,
es demasiado lo santo para no temer a 
la tiniebla.
Entonces, y sólo entonces, reconozco los
muros, estoy de nuevo allí.

Hubo quien se sonrió. Se sabía
disconforme, pues, en el fondo,
sólo habíamos sorteado el escollo
de volver a donde


ya no es posible hacerlo.


© Texto: Daniel Arana García de Leániz
Fotografía: Mar Esteban
Mayo 2014

domingo, 25 de mayo de 2014

Infraestructura



Donde precipitando, todo olvida
formas, paisajes y lenguas
latitudes, a sí mismo
despobladas de aquello que aquebranta
                                          calla, dice.
Ahora te veo en este suelo
de retamas y quimeras
de espejos y desiertos
de espejismos siempre amiga
de templos y temblores retornar
lengua que adelanta las llamas
y aún sabiendo el fácil olvido
aciagas con ígneas fisuras,
acallas lo inasible,
los vacuos teatros de las informes ciudades,
de los huecos palacios
y los templos que miran al cielo
y vuelven a caer
pasan ciudades y lenguas
y nada se percibe
nada se imagina
sólo retornan los rescoldos
del subterráneo fuego
y nos volvemos a doblar.


© Texto y fotografía: Mar Esteban
Mayo 2014